Valías más que cualquier viaje a Roma,
cualquier noche en París,
o cualquier paseo en góndola por Venecia;
me daba igual esperarte en la estación
un día tras otro,
con tal de verte de nuevo,
con tal de ver esos ojos
que entre mil miradas
me decían:
"quiero verte cada día".
Te observaba desde lejos,
me fijaba en tus maletas
pensando cuánto peso llevarían,
si te irías para siempre
o solo un fin de semana.
Me decía cada día
"Acércate y dile algo",
pero algo me lo impedía,
quizá el miedo de perderte.
Un día,
valiente y sin temor,
decidí buscarte;
pero no te encontré.
Pasaron días,
y tú no aparecías,
"¿Qué ocurría?"
me preguntaba;
nadie daba respuesta alguna.
A día de hoy,
sigo yendo a la estación,
esperando que bajes de cualquier tren,
esperando que vengas,
me mires
y me digas:
"Gracias por no irte,
gracias por ser mi andén".
Pre-cio-so. Nose como escribes tan bien, tan bonito.. No dejes de hacerlo nunca por favor ��
ResponderEliminarmuchísimas gracias, y ten por seguro que nunca voy a hacerlo.
EliminarEs simplemente hermoso, no hay palabras para describir lo que escribiste.
ResponderEliminarQue bonito chiqui, no sabía que escribieses tan bien, a ver si algún día me dedicas algo. ❤
ResponderEliminarLú, eres increíble.
ResponderEliminarPrecioso Cia ;)
ResponderEliminarJoder, lú, qué bonito. Me has erizado la piel. Me encanta.
ResponderEliminar